Historia de Mokita

 Como empezo todo...

Mi nombre es María y siempre soñé con crear un lugar donde la comida y la conversación fueran igual de importantes. Después de años trabajando lejos de casa, volví a Tenerife con una idea clara: abrir un espacio en el que lo importante fuera cómo te sientes cuando estás en él.

"Quería que cada plato tuviera un porqué.
Que cada cliente sintiera que su presencia importaba.
Que en cada rincón hubiera un pedacito de verdad."

Así nació Mokita:
una cafetería donde el producto local se convierte en experiencias,
y donde cada visita es una oportunidad de conectar… contigo mismo y con los demás.

En el corazón del Puerto de la Cruz, entre calles tranquilas y fachadas con historia, Mokita abre sus puertas como un refugio diario.
Un sitio donde turistas, vecinos, nómadas digitales y curiosos se mezclan sin etiquetas.

Aquí puedes desayunar lento, almorzar saludable, trabajar sin prisa o quedarte a charlar con quien está en la mesa de al lado.

Hoy, Mokita es más que una cafetería: es una comunidad que crece gracias a quienes comparten nuestra filosofía. Nos une el respeto, la sostenibilidad, la honestidad y la calidez.
Y, sobre todo, el deseo de volver, una y otra vez, a ese lugar que se siente como casa.